martes, 21 de junio de 2011

Se cae un mito. Según un estudio realizado, 6 de cada 10 eligen el vino tinto. 


Para el estudio, realizado entre marzo y abril de 2011con motivo de la Vinexpo de Burdeos, distintas revistas francesas, británicas, alemanas, estadounidenses y hongkonesas, encuestaron a más de 10.500 mujeres.
Los datos arrojados por el mismo, coinciden con los de una investigación realizada recientemente por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), que revela que seis de cada 10 mujeres toman vino tinto una vez a la semana y lo prefieren a blancos, a rosados y a la cerveza, según una nota publicada por la agencia AFP.
En la encuesta queda claro que, contrariamente a la creencia popular de que las mujeres consumen sobre todo vino blanco, el tinto es preferido por un amplio margen (51,1% contra 26,4% para el blanco), especialmente entre las mayores de 46 años (58%).
En ella también se destaca el fuerte crecimiento del rosado, que alcanza un 16% en sólo dos años. Las francesas son las que lo aprecian la mayoría (18,1%), lo que ratifica a Francia en su posición como principal país consumidor de rosados del mundo.
Las mujeres muestran en este sondeo que cada vez tienen menos complejos: un 58% de ellas dice saber de vino tanto como los hombres, porcentaje que sube al 67% entre las norteamericanas.
El estudio de la OEMV destaca que la mayoría de las españolas toma vino en las comidas, seguido del aperitivo. Consultados 400 sommeliers de todo el país, la mayoría considera que las mujeres piden más vino que hace unos años, sobre todo en Barcelona y en Levante.
El estudio, realizado por Datavin en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla, muestra que una de cada dos mujeres considera que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud.
La elección de vinos funciona de forma diferente según la nacionalidad. Las francesas se dejan guiar por la denominación (70%), mientas que las norteamericanas se fijan ante todo en el tipo de uva. Las británicas son un poco más pragmáticas y prefieren fijarse en los precios (primer criterio para el 50,8%). También hay una diferencia generacional: las situadas entre los 18 y los 30 años son más sensibles a los precios y presentación y las de 46 a 60 al origen del vino.
Por último, en el lugar del vino a la hora del aperitivo es donde más se observan las diferencias de un país a otro: un 17,9% de las francesas bebe antes de comer, frente a tan sólo un 4,2% en Gran Bretaña y un 1,6% en Alemania.
Fuente: Los Andes 

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