viernes, 3 de junio de 2011

Degustamos Riglos, Gran Cabernet 2008 y creo que encontramos “el cabernet argentino”.


Obviamente que semejante determinación cabe en el paladar de cada uno, pero por parte de WINE WORLD TRIP, vamos a hacer honor a este vino. A continuación un poco de información sobre quienes y como lo hacen.
Quienes lo hacen:

Casi una selección! Darío Werthein, presidente, Fabián Suffern, vice, Rafael Calderón, CEO, Pulqui Rodriguez Villa, el enólogo y de asesor Paul Hobbs. El ingeniero agrónomo es Hernán Cortegoso.
Datos técnicos:

Viñedo: Finca Las Divas
Lugar: Gualtallary, Tupungato, Alto Valle de Uco
Altura: 1270 MSN
Cosecha: 28/04/2008
Barricas: 1er/ 2do Uso / roble francés
Barricas – Guarda: 20 meses
Composición: 100 % Cabernet Sauvignon
Puesta en Botella: 04/02/2010
Alcohol: 15.2%
Cantidad Botellas: 14.802
Notas de cata:

“Las velas son varitas mágicas;
cuando enciendes una
el mundo se vuelve un libro de cuentos”.
Truman Capote

Con los vinos y con este en particular pasa lo mismo; cuando dejas por un momento todas esas bebidas modernas, frías de alma, y te sirves una copa de vino es como pasar de un mundo rutilante, demandante y frío a una habitación iluminada con velas.

Es que particularmente un cabernet tiene tantos recuerdos a flor de piel que quisiera explicarlos a todos en una copa, amaneceres helados, siestas tórridas, cosechadoras al sol, tardes de plena ebullición y anocheceres de barril. Los recuerdos se empujan y desordenan para expresarse en la copa última.

Tal vez la tarea verdadera del enólogo sea ordenar estos sabores, colores, y aromas para que las cosas fluyan en paz.

Entonces tratemos de ordenar a este Riglos Gran Cabernet sauvignon para saber por quien doblan las campanas: Primero, cae en la copa mórbidamente comenzando a teñir el cristal de un rojo con complejos freudianos de amarillos nublados y azules indefinidos, a pesar de haber sido correctamente decantado una levísima nube de recuerdos turbios lo invade, ¡vale chico!

En su espíritu aromático hay un acuerdo entre vegetales asados con leña de jarilla andina; también hay frutas negras y toques orgánicos, algo sexuales con los cual podríamos seguir dialogando con los aromas….

Pero es hora de probar diría el adolescente.

Materializado en boca su enjundia golpea un poco si estamos a solas, una mantequilla caliente y ahogada con hierbas silvestres es el primer golpe que luego se llena con un volumen afilado por dulces taninos, refrescante acidez y pedazos de hueso.

En definitiva si una sola palabra sirviera: es silvestre, es como brujería…

Luego el descanso y ya vamos por el resto del brujo; la copa se acaba, ¿ya ‘ta, sabes?, las campanas doblan por ti!

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