Alejandro junto a Adriana Catena, es co propietario de la Bodega Aleanna. En éste, su proyecto profesional, Alejandro se permitió desarrollar un vino donde pudiese jugar con el desequilibrio, con las aristas, donde encontrar la armonía en la desarmonía. Busca elegancia en vinos concentrados.
El Enemigo hace alusión a nuestro propio enemigo, a ese enemigo que tenemos dentro que no nos permite tomar riesgos, que no permite asumir desafíos para mantener lo logrado hasta ahora. Enfrentando sus propios miedos Alejandro Vigil logra desarrollar esta idea, la cual inició con una pequeña producción de vinos, con uvas sumamente seleccionadas combinando varietales tradicionales y no tradicionales para la argentina vitivinícola. Hoy en día el proyecto ha logrado crecer trascendiendo la fama nacional, para llegar a Estados Unidos, Europa y Oriente.
Las cosechas se llevan a cabo en tres etapas, diferenciando la primera de la última por más de 30 días. Este método produce vinos con notas frutales, florales y con una acidez natural (sin corrección alguna). Cada varietal de El Enemigo es cultivado en la zona óptima; Syrah con perfil floral y frutal de zona fría, Bonarda del este mendocino donde alcanza la madurez de forma óptima y Malbec del Valle de Uco.
Juega al límite con la madera, fermenta en barrica abierta y cerrada en busca de notas frutales o florales. Madura durante largos períodos de tiempo los vinos, uniendo los atributos del roble francés con el húngaro o el americano, buscando taninos dulces o notas especiadas.
La línea de El Enemigo combina cepas tintas con bajos porcentajes de cepas blancas. Con este aporte de blancas pretende darle esa pizca que le falta al vino para resaltar sus aromas.
En el caso del Malbec lo elabora con Petit Verdot y una pequeña proporción de Viognier, así como otros sutiles y mínimos porcentajes de otros varietales como torrontés. Se madura en roble americano y francés un 200%, es decir el vino descansa dos veces en barricas de primer uso.
El Bonarda lo elabora con Cabernet Franc de racimo entero, confronta los vegetales del primero con los propios del segundo logrando que se suavicen al unirse. Este ejemplar es madurado en barricas de roble americano también a un 200%.
El Syrah Viognier es un vino poderoso, cargado de aromas y con grandes aristas, pero a la vez elegante, fue inspirado en los grandes vinos de la Côte Rôtie. Ambos varietales cofermerntados logran un vino con gran color, nariz perfumada y perfil frutal que se mantiene a pesar sus 18 meses de descanso en barricas de roble francés y húngaro.
Estos tres varietales son los primeros de la línea El Enemigo, los que pronto serán acompañados con una línea ultra Premium denominada El gran enemigo. Deberemos ser pacientes entonces para probarla.
Por María Laura Ortiz – Chef y Certified Sommelier, de Aromas de Cocina.
Preferimos poner la nota de una experta sobre la degustación! Gracias! Nosotros nos quedamos con el malbec. Salud para todos. WWT.
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